Lleva los pies descalzos
Por cabellera dos trenzas
Un peinetón con guirnaldas
De zafiros y rubíes.
Pequeña blusa bordada
Con hilos de gran contraste
Un pollerón sobre enagua
También bordado en colores.
En su sien del lado izquierdo
Luce pimpollos de rosas
Y hasta zarcillos de oro
Pero va con pies descalzos.
Inútil darle un requiebro
Porque vive acostumbrada
Te dará una sonrisa
E irresistible mirada.
Dicen que son sus pechos
Igual que dos palomitas
Yo nunca las vi volar
Sólo las sentí temblar.
Dicen que sus caderas
Son recodos de arroyuelos
Nunca las tuve en mis manos
Por arisca y virginal.
Ayer le pedí un beso
En nombre de Dios y María
Y ella me dio mucho más
Con su mirada y sonrisa.