Un día regresé y estabas vos
Creí que era un milagro
Mirabas directo a mis ojos
Tantas palabras se apilaban
Una sobre otra, pisoteadas
Te tomé la mano, te pedí silencio
Me apretaste suavemente
Y nos fuimos caminando
El pasto aun tenía un gris rocío
Se humedecieron nuestros ojos
Que pena fue despertarme
Estabas en el lugar equivocado
Te esperaba en la vida
Apareciste solo en mi sueño