Ajada pared como herida escondida
entre silencios rotos por miles de voces apagadas;
escena de ayer que me atrapa
en una paz imaginaria y falaz
de nuevo perdida.
Rincones del recuerdo,
donde amontonados quedaron
tantos sueños para la ilusión;
instante de la duda,
inhóspito reino de quebrantos
que desnudan todas las miradas.
¡Qué pasó!
Que puedo tocar con las manos extendidas
los murmullos que escaparon…
y todos los que en noche de amor
entre miradas se inventaron;
¡Qué pasó!
Que sólo puedo ver –cruel espejismo-
sentado en este pasado
que ciega la conciencia y confunde la razón
otro mundo;
otro momento sin voces ni gritos,
sin quejas ni reproches;
otro momento del que ya no queda nada,
ni tu… ni yo.
¡Qué pasó!
©(Jpellicer)