Me refresco apartado de inútiles recuerdos,
firmemente decidiendo, (lejos de corromperme),
no mas éstos quiebren mis fuerzas,
o lleguen a provocarme la fuga,
un ocaso interminable
o un inamovible epitafio.
*** ***
(I)
Tras revisar multitud de esquinas
y voltear guardando sillas y más sillas,
(sillas cojas que malamente apoyaban):
desestimo indecentes argumentos,
hechos con un banal que causa hastío,
así descartando ya mismo
cualquier rancio y mohoso guión
que hubiera estado moralmente envilecido.
Cuando la memoria aviva
las brasas del pasado,
procuro entonces,
que las razones sean
por mi mente justamente sopesadas,
y, por fin, terminan recabando, las que quedan,
(que suelen resultar: las de virtuosa sapiencia),
quedan en mí; como frutal elixir,
como manjar, siendo remedio.
Traidoras sillas,
de travesaños desencolados,
queden perdidas,
cremen prendidas
ya siendo humo su abecedario.
Madera nueva tenga mi vida,
no sea; yermo, baldío,
el territorio de mi perspectiva.
No sume derrota ni a propios ni a extraños,
así obligando a provocar retrasos.
(II)
Recupero mi Alma,
quedó en un funesto tranvía.
Y el ahogo de antes,
esa asfixia aplastante
que con la angustia abatía,
es ahora un respiro
que me retorna la paz
y me devuelve la vida.
Vagué para ello, por el calendario,
restauré la cubierta de mi granero
y de mi hogar, el interior y la fachada.
Encalé, pero antes reparando;
las goteras de las golfas
y los desconchados que habitaban el portal,
cual tras el paso de multitud de visitas
y con la insalvable tormenta de los días,
de aspecto lúgubre padecía.
(III)
Al comprender:
parlotean luciérnagas,
y se desmantela la noche;
revitalizada resulta mi Alma
al recomponerse sus trizas.
Mi alma se extravió
dentro de un puzle de mirto,
de un laberinto
hecho de setos podados,
según convenía.
Hoy, la recupero;
destartalada, estropeada,
quejosa y malherida.
Mala es aquella apuesta,
que ludopaticamente,
en insignificantes partidas,
baraja sus naipes,
sin reconocer cada palo,
como bajel desorientado,
como navío en deriva.
Recupero mi Esencia;
maltrecha.
Parafraseados desencantos
mutilaron,
del corcel su galope,
del paisaje, sus vistas.
Inhóspito tránsito,
si es que la ceguera,
toma nuestro mirar,
es ama del oído y los ojos,
dueña de sentimientos y de sentidos,
es niebla, que nubla densa y besa la vista.
Inquisidora, puede acabar,
requiriendo la mano del suicidio,
ante el irrespirable carbón
de la negación, y sus embestidas.
Mi esencia nadó en un charco
de sangre; sangre de la uva en Vid.
Cual, de vez en cuando y para sanar,
irremediablemente;
buena, la eficaz poda necesita.
(IV)
Poderoso me siento,
manda un poder que es, que sabe a humilde.
Poderoso me siento;
Soy capaz de anhelar, de reiniciarme,
de abarcar el presente y disfrutar,
y disponer del futuro teniendo proyectos.
Suprimo de mi mente; destructivos sucesos
e inservibles palabras y acentos.
Ya llegué al filo del acantilado,
es amplio el cielo,
observo que tengo alas para el vuelo;
cabe el inicio, un nuevo paso
avanza en pos de hallar y mantener
justos valores en cada proyecto.
...y el vértigo insufrible que arrincona y desgarra,
se diluye por completo al perder toda razón.
Aquí, aguardo paciente: de otras bocas; el silencio.
Que mi hacer se acomode a mi conciencia;
descifrar el por qué de tantos actos;
Aguardo aquel juicioso justo premio,
cual nos concede; la necesaria introspección.
Aquí y hoy; contemplando la vida, ¡liberado!
por la grata catarsis anhelada
y purificadora.
Aquí y hoy; respirando...
desbanque al malhumor y a la desdicha.
Aquí y hoy; aseando de tóxicos mi esencia,
elimino el rencor que me atrapó,
al ser crudo el fragor de la batalla,
ya fuera tras la dolorosa derrota
o alzando el estandarte
después de la victoria.
Aquí recomponiendo
los frágiles compases,
ajustándole el ritmo a mi corazón;
recupero mi esencia perdida.
Ya pude, hoy, reparar (mediante hallazgos),
los cimientos derruidos de mi vida,
deshaciendo aquellos nudos que me ligan,
al molesto e inquietante desazón.
Aquí y hoy me encuentro
comprendiendo;
la parte grata y aleccionadora
que custodia, con uñas y dientes,
valiendo, la soledad.
318-omu G.S. (Bcn-2013)