La gloria de tu encuentro
Como poder olvidar
de mis recientes memorias
aquella clara mañana,
en que mis ojos sonámbulos
despertaron,
ante el deleite de tu femenina
hechura.
Quedó incrustado
dentro de mi extasiada esencia,
aquella clara mañana
en que mis ojos de silencio
contemplaron por primera vez,
la gloria de tu encuentro.
Aquel instante de embeleso,
acompañará por siempre
mis embelesados versos,
aunque mis ojos en la lejanía
de nuevo te inventen.
El indolente tiempo se detiene,
mientras mis ojos de ilusiones
por entre las venturas
te buscan
y consigo avizorar dentro de
mis sorprendidas memorias,
la imagen
de tu cóncavo cuerpo.