Recuerdo mi tristeza
mi desesperación y llanto
cuando todas las noches canto,
¡dios se apiade de mi pobreza!
Sobre todo lo que he visto
sobre mí
pensando en como existo
palabras me faltan para decirlo
mi silencio de lujo hay que vestirlo
Pues tengo que arrebatar lo que siento
pues de mi alegria eres el sustento
pero no te quiero perder
aunque mis instintos debo vencer
Eres la cura anhelada
tu sangre, mi sed saciada
el olvido por el que tanto rogué
a la insensata que sin prejuicios amé
Te recuerdo como llegaste
de color mi esencia pintaste
pero lo que le falta a mi tintero
es tu voz que oigo con revuelo
Y no sé como calmar
mis acelerados latidos
pues aunque están prohibidos
no se pueden callar
Pero me conformo con tu sonrisa cultivar
y tus sueños con fuerza cuidar
para que mañana puedas despertar
y como una gran estrella brillar.