Señora, permíteme escribir
la magia de tus ojos
en un pequeño trazo
de recorrido familiar.
Eres Madre Tierra, porque llevas en tus manos
cultivos y retoños.
Eres Madre Sol, porque tu sonrisa ilumina
la oscuridad de la zenda.
Luna, cuándo tu rostro nos adorna
Noche, si nos arrullas en tu regazo
Mujer, porque sin notarlo encantas con tu mirada
Amiga, porque tu alma guarda la llave de la confianza.
Guardas en tus hijos semillas de un futuro
caminas dejando firmes pasos que aguardan
ser sendero del mañana.