Me sorprende tanta inhumanidad asesina
Se me desgarra el alma
cuando escucho por la radio,
que mataron a un muchacho,
para robarle los zapatos.
Parece que vivimos en un mundo
de indolentes ciegos y sordos,
porque nadie hace nada
para acabar con este horror,
que nos mantiene prisioneros del terror
en nuestras propias casas.
Me duele la injusticia,
la falta de amor al prójimo,
porque la impunidad,
hace años venció a la justicia.
Me enluta el alma
la frialdad asesina,
que ronda por las cuatro esquinas,
mientras se hacen cómplices,
de policías, fiscales, jueces y políticos,
que solo buscan un beneficio económico
o político,
mientras se desangra la patria
de sangre joven,
ante la mirada indolente,
del estado omnipotente.