Detrás de cada incierta puerta
año tras año
siempre me espera
la soledad
vestida como nube de algodón
mi soledad sirve café
me observa
y muy atenta
disfruta mis silencios…
en este invierno es especial
mi soledad
ha abierto todas las puertas de mi alma
se entregó desnuda al sol
serenita retoza en el césped del patio
escucha y disfruta
del canto de los pájaros
bebe agua fresca y me convida
me da palabras
yo estoy sentado
en la pradera de sus nalgas
canto con ella
me siento pájaro
vuelo sereno por el firmamento
y llego inmenso hasta la cima
de estos versos…
mi soledad es insaciable
me pide más y más incertidumbres:
¡respirá! ¡salí a pasear!
¡bañáte! ¡ve a trabajar!
¡hacé el amor! ¡sentí!
me llena el bolso y la esperanza
de palabras
así yo… enfrento al mundo…
el telón del amor
se cae y se levanta
la brisa suave
se estrella contra mi alma
y sigo caminando mi destino
de letras solitarias
y manos solidarias…
inmediatamente
me tiento a abrir las puertas
de otras soledades
y vuelvo ha ser
por un momento inmenso
nuevamente pájaro
canto matinal
efluvio
amante insaciable
y llego al puerto fresco
de otras soledades
les cebo un mate
les hablo
les nostalgio
les hago cosquillas en el vientre
las beso y las rebeso
les cuento un poco de mi soledad
y luego marcho…
mi soledad
es muy solicitada
y es etéreamente solitaria
y a diferencia de otras soledades
mi soledad es buena…
me goza
me disfruta
me acompaña…
siempre marchando
con otras soledades
siempre en un puente
rumbo al infinito
siempre en un puerto
donde nadie llega
siempre lo incierto
lo compacto
lo concreto
siempre en los ojos
de los niños tristes
siempre guerrera
siempre protestando
siempre en las marchas
de pan y de trabajo
siempre en un río
cristalino y puro
siempre en los ojos
de mi bienamada
siempre presentes
yo
y mi soledad
Juana Koslay, jueves 16 de julio de 2009, 15: 37 horas
Texto extraído del libro Epitafios (de amor y desamor), Colección Libros de la calle, Luis Vilchez
Blog: www.luisvilchezpoeta.blogspot.com.ar