Tony Obando

Invisible

Cuál será el contraste de colores,

esa fusión inocua oculta  y bendita

de tiempos oscuridades y luces

que  resguardan   tu presencia

en mi memoria llena de tu imagen

y vacía del tacto de las formas.

Te has vuelto invisible,

perceptible solo a el alba

a la angustia de la noche

y la ingrata soledad del día.

Te buscan mis ojos, mis labios, mi sangre,

esta torpeza humana y ansiosa,

terquedad en guerra indudable

sorna del corazón y su condena.

Es terrible no encontrarte,

descubrirme junto a tu sombra

confusa, hermosa y tenue

como del amor la pregunta,

la duda inmunda e insoportable,

finita, infinita ignorancia

palabra justa para la cobarde

mirada, que se agacha cansada.

Te has vuelto invisible,

pero tu imagen no se olvida,

es mi garantía indeleble

de que el amor es cosa única,

rostro de esperanza ante la muerte,

osa mayor, Romeo y Julieta

de esta mi locura latente,

de mi triste y apasionante locura

de no verte y de soñarte

entre unicornios y celestes aguas,

flores frescas y mi mano.

Te has vuelto invisible,

mi paz y mi violencia,

mi locura ineludible.

¡Dios! cuanto  amo mi locura.