Otra vez he caído por un precipicio,
Llevo una semana sin abril, el IPad
Y me encuentro perdido en mi vicio,
Comer sin parar, cama tele y sofás…
Peso otra vez noventa kilos Dios mío
Hace dos meses pesaba setenta y uno
Mi depresión es un espinoso camino
otra vez, me está invadiendo su dominio…
Vivo asustado sin ganas de vivir, apagado
¿Dónde está la luz que necesita mi legado?
Le pido ayuda a los cielos y me lo han negado
Porque deje la bici y mi deporte diario
Todos los días digo...mañana hago deporte,
Pero cuando despierto, la depresión me invade, la ansiedad y no paró de volver al banquete,
A todas horas mordiendo comida y me deprime…
Ya que sino subiera de peso me daría igual
Pero aumento de peso a mucha velocidad
Esperó empezar mañana, con mi salida habitual
Y caigo en el fango de mi personalidad…
¿Por qué pare de salir todos los días con mi bici?
En realidad no lo entiendo, ni yo mismo
Esto es una línea mortal, ya que suben mis índices,
De glucosa, colesterol y todo lo negativo…
Quiero vivir, salir a pasear haciendo mi deporte
Es entretenimiento y no aburrirme con mi encierro
Una cárcel virtual, con celdas sin barrote
Ni puertas y si sigo así iré a mí mismo entierro…
Me siento perdido en mi cielo, de mi condena,
Comiendo desde el amanecer hasta la cena
Y pensándome sin César en el baño, de mi casa
Y vuelvo a los sofás más deprimidos, enmienda pena.
Modesto Ruiz Martínez/lunes, 21 de enero de 2013
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