Manos que acarician,
que trabajan duro y luchan,
que cuidan y protegen.
Brazos,nunca cansados por el trabajo.
Arrancados del corazón,
para seguir el destajo
señalado y aceptado.
Brazos en alto en protesta,
rendición, euforia
o desesperación.
Pies que caminan en incesante pasar,
a sitios ni sabidos ni deseados,
sólo obligados.
Por la vejez cansados,
por la niñez aprendices.
Cerebro,capaz de todo y de nada.
Seguidor fiel de lo mandado y
creador incansable de utopías,
queridas por todos y seguidas por nadie.
Abandonado a la pura realidad
que nada pretende,
o revolucionario en ciernes
de ideas ya pensadas y sólo customizadas.
¡Viva nuestro espíritu
que todo ésto guía!
¡Viva en su cobardía
y conformismo!
Que viva el ser humano
por sus profundas contradicciones.