Niño del peumayen.
Trato de robarle a la luna esos secretos tuyos que de niño dibujabas en su
blanca plata mientras las estrellas atrapaban tu inocente mirada ..
Llevabas mochila tejida de metas casi como un peregrino, haciéndose
largos tus días pesadas siempre tus penas forjando destino.
Tus pies descalzos marcaron tus huellas hiciste caminos,
te acompaño fiel el fuego de la leña que nace en tu tierra
bañada noches claras y ríos.
Sembraste a manos llenas las semillas fértiles del trigo que te dejo la
herencia y te vistió de abrigos.
Lanzantes tus redes intentando pescar tus sueños,
venciendo gárgolas mientras crecías coleccionando tristezas,
aprendiendo de la soledad siendo su amigo.
Es que acaso te hiciste hombre en esta tierra dejando tus alas y tu
esperanza colgadas en el borde de los abismos..
Tocaste con tus labios mi cuerpo, diste vida a mis sueños,
vestiste mis ojos con tu mirada,
el verde cubrió hasta el desierto marmoleado que el agua olvidaba ...
Tus manos cubrían...
entre ellas las mias..
Tu perfume se hizo mio tu sabor se confundió en mi misma
Me hiciste mujer despertándome de una pausa,
arrullaste hasta mis fibras mientras dormía serena en tu alma.
Niño del peumayen
que dejaste atrás tu mochila tejida,
tu inocente mirada, tus huellas, tu leña,
tus semillas de trigo, hasta la luna y su blanca plata...
Pero no dejaste nunca tus sueños,
tu camino, ni tu esperanza.
Giusy.