Nunca me faltan motivos
para que un día como hoy
se abra a mis manos
como se abren mis labios
a un beso de deseos…
nunca antes mis ojos
tan cerrados a la tristeza estaban
como hoy se encuentran,
porque mi alma dejó de llorar
cuando el amor me pudo alcanzar.
Nunca antes, mis deseos hablaban
tanto… como en bullicio hoy están,
porque en concierto ellos aclaman
un día contigo sin esperar nada más.