Mi vida y el tango.
Mi vida es como un tango,
resuenan bandoneones,
los pianos, los violines,
me transmiten nostalgia.
Mientras que la pareja
cruza piernas, él la dobla
en su brazo dominante,
ella sonriente se incorpora
y le da un beso.
Hay fuerzas y flaquezas,
hay desafío y respuesta
al mirarse a los ojos
ninguno da contesta.
Pero siguen bailando,
sin saber quien domina
y el público embobado
los arropa en aplausos,
que ninguno festeja.
Sólo doblan los torsos
elegantes, pues saben
que ha llegado el final
de la función.
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.