Raquel

DICE LA ORUGA

¡Qué silencio el de mi cárcel!
Nadie vendrá a visitarme
Los que ayer me vieron arrastrar mis pasos
Los que me ahuyentaron de la parcela…
Nunca comprenderán lo triste, de mi callada voz.

Cómo me gusta construir madrigales
La cerradura es fuerte, nadie la reventará
Ni observaré mentiras en sus ojos
Ni sus voces altaneras.

Mañana es mi día…
Desde mi orquídea dorada en donde habito
Una llave mágica abrirá mi celda,
Al fin extenderé mis coloridas alas
Sabré que mi vida es una certeza.

Al fin la libertad… la fronda mágica
Por su amor mi efímera existencia
Por su dulzor una cárcel de sueños negados
Por existir… morir cuando más feliz creía estar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 8/13