Como el agua que da vida,
al río;
como el olvido que perdona
al tiempo de sus atrocidades,
tú das vida a este cuerpo.
El día azul,pintado por
tus placas de nácar;
como la noche sin estrellas,
se vuelve trivial.
Tú,das forma al sentir;
quizá la tierra albergue
una tajada de recuerdos,
entre sus entrañas.
Quizá el viento me
diga,como nube triste,
de tardes mojadas,que
vienes a mi encuentro.
Quizá el mañana se
vuelva,
eterno, que no
acoge tu regreso.
Pero sé que tras
el nacer,nace la misma
muerte,que tras la línea,
del tiempo,se sustentan,
desoladas,nuestras vivencias.
Sé,que a la carrera,
tu paso ligero,se
esconde,cual pistilo
en invierno.
Tu amor,mi amor;
nuestra eternidad.