He llegado a sentirte tan mío
en las cercanías del alba,
mientras te miraba dormido
abrazándome a tu alma.
Sin que tú me vieras llegué también
a sentir el desliz de una lágrima,
si eres todo lo que siempre soñé
y más perfecto de lo que imaginaba.
Si me regalaste una tenue sonrisa
esperando que mis ojos te miraran,
sin querer me desbordaste la vida
y ahora nada soy si tú me faltas.
En tus brazos he llegado a creer
que yo he nacido para conocerte,
tu amor me convirtió en mujer
al despuntar el sol de diciembre,
enredados con la tarde que ardía
encendiendo tu piel junto a mi piel,
lo más hermoso que jamás me pasaría
al sentirme dentro tuyo renacer.
He llegado a darme cuenta, amor
que reescribiste mi destino incierto,
en el instante en que mi corazón
al fin fue encontrando a su dueño.
Junto a ti me he llegado a sentir
más plena cuanto más te descubro,
soñarte locamente enamorado de mí
es mi pasaje hasta el fin del mundo,
contigo, sólo contigo, mi vida...
juraría que esperan dulces momentos,
que nos verán con tu mano en la mía
escribiendo una historia... que ya es verso.
Una historia de amor
tuya y mía,
sellada con un dulce beso.
Ceci Ailin