¿Di qué no extrañas mis besos?
¿Di qué no fui de tu piel la dueña
aquellas noches frías
que te tuve enredado en mis entrañas?
¿Di qué no apagué la sed de tu cuerpo
cuándo bebías de mis pechos la miel de tu ambrosía?
¿Di qué no era yo quien en tus ojos me veía
cuándo los recorría con mis besos?
¿Di qué no me querías tener cerca
cuándo me llamabas para amarte
y con el calor de mis labios besarte?
¿Di qué no me dabas a beber de tu boca
cuándo de sed me estaba muriendo?
¿Di qué no abrazabas la desnudez de mi cuerpo
para sentir mi piel desnuda?
¿Di qué no quieres tenerme siempre
a tu gusto y a tu antojo
para qué los dos quedemos llenos
del placer de tenernos?
-Atados cómo nudos
siempre quieres tener mi cuerpo atado a ti-
Yo quiero mirarme en tus ojos
cuándo te digo te Amo!!
Quiero dejar que la pasión nos envuelva
dándonos caricias y besos.
¡Di que sí!….
Qué los dos gozamos cuando estamos juntos
atados cómo nudos a este sentimiento.
Siempre tuya, siempre mío, en lo prospero y en lo adverso.
Di qué sí!!... que seras mío ahora, mañana y siempre!!
Di qué sí!!
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©