(Managua, 24 de agosto 2012)
Para que respires profundo
y suspires cuando me recuerdes.
Te escribo a quemarropa,
para que no tengas tiempo de escurrirte,
no tengas tiempo de voltear y marcharte,
-aunque me guste ver tus caderas contoneándose cuando caminas-
Te escribo a quemarropa,
para que no tengas tiempo de decirme un no,
o talvez un quizá.
Te escribo a quemarropa
para que no tengas tiempo de pensar.
Te amo y te amo más que ayer
y sé que te amaré
hasta que respire profundo por última vez
y luego de un suspiro,
mientras te pienso,
mientras te siento...expiraré.