Parece ayer cuando mi vida cambió,
atrapaste mi alma con tu mirar,
era tan limpio todo tu susurrar,
tan sincero cuando todo surgió.
Aún recuerdo como si hubiera sido ayer,
esos deseos, sueños y esperanzas
eran el aliento para mi templanza
y tu amor, la total alegría de mi ser.
Pero saber, entender que ya fue
aquello que marcó aquella sonrisa,
que "solo" y "amor" son uno en la brisa,
que nuestro amor ya no existe, tal vez.
Podría ser, también, que no te merezco
y por eso, la vida nos ha separado,
puede ser que tu destino no sea a mi lado
porque vale muy poco lo que te ofrezco.
O quizás sí vale mucho mi ofrecer,
pero al parecer, ya ha pasado mucho
desde aquel día el cual tanto te lucho
y desde el cual solo me veo arder.
Ha pasado tanto tiempo y te extraño,
ya no puedo sonreír ni estar tranquilo,
pienso mucho en ti y me hace daño
todo el tiempo en la soledad que asimilo.
El tiempo es un ventrílocuo insaciable,
lleno de ingratitud, de ese dolor
con el que marca el alma, de ese ardor
que así anuncia mi condena indesviable.
No hay remedio ni ayuda ni salvación
ni mucho menos la esperanza de vivir,
pero sé que si tú te aferras a mi existir;
el dolor prontamente tendrá conclusión.
El alma solo es inerte con tanto,
con tan poco, con tan nada de ti;
el extrañarte mermó todo de mí,
el perderte extinguió todo mi canto.
Aunque la esperanza fuera intangible
mi llanto fuera limón en la plata
que llueve desde las estrellas altas,
y mi corazón sea tan falible.
Fusionado de:
Oscar Castro "Don Quijote Explorador"
y
eL Chico D las PoesíaZ
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Fecha 23-enero-2013