Ay pena penita pena
pena dura pena ingrata
pena que el alma maltrata
y a tristeza la encadena;
al ser tan grande la pena
todo el espacio lo abarca,
tornando la dicha en parca
la voluntad esclaviza
en tanto garra desliza
para ser de ella matriarca.
Ay Pena terrible pena
que el pensamiento arrebata
no hay razón que te combata
ni gloria que te haga amena;
el peso de tu cadena
doblega toda intención,
nefasta predicación
que decisiones quebranta
mientras dolor agiganta
en durísima aflicción.
Ay pena espantosa pena
muta ilusión en fantasma
en tanto tristeza plasma
y el corazón envenena;
haces del vivir faena
en mil espinas poblada,
acongojando mirada
ennegreciendo visión
la vida tornas prisión
por mil angustias tapiada.
Ay pena penita pena
pena cruel y despiadada
aleja de mí tu espada
líbrame de tu condena;
si siendo antigua esta pena
he abonado en amargura,
evítame mas tortura
no contengas más la espera
sepárate de mi vera
corta penosa atadura.
No te quiero como amiga
tampoco de compañera
levanta ya tu barrera
deja que mi andar prosiga;
quizás andando consiga
conocer nueva esperanza,
devuélveme la confianza
no te ensañes en maldad
déjame ya en libertad
márchate sin más tardanza.