Josefina 46

SOLEDADES

 Hoy el campo me ha recibido

con un lamento tristón,

¡será por que llegó el otoño!,

¡o se siente dolido mi corazón!

 

Hoy me he sentido tan sola,

tan perdida frente a él,

que hasta un perro que encontré

me miró, agacho la cola y se fue.

 

Hoy era todo tan distinto

que hasta el paisaje del pueblo

me parecía desconocido,

sin color, ni luz, ni brillo.

 

Algunos días me parece

que mi vida es un gran desierto,

que no voy a poder seguir,

ni volver, ni detenerme un momento.

 

Pero debo seguir adelante,

¡es necesidad y reto!

aunque me sienta triste

y morir por dentro.

 

Porque cada uno de nosotros

tenemos el camino trazado

por aquel que aquí nos trajo

en un madero clavado.

 

¡Hay que andar en la vida con los pies en la tierra!,

¡con la cabeza en su sitio y frío el corazón!,

¡pasando por encima de penas y alegrías

con la sonrisa suave de aquel que es vencedor!

 

Fina