En un monte de flores
la luna estaba en todo su esplendor
ojos atómicos a la asistencia de la luz
por ese aire atropellado
el silbido se hallaba ya entre la noche
viento que llega por sí sólo
…viniendo de paso y se fue quedando
convirtiendo en real el sueño.
Frente a la noche…
con la piel desnuda
y palabras del alma
que vagan entre el susurro
su reflejo estalla como encontrando refugio.
Y en las copas de los árboles
dejando las respuestas
que se hicieron al aire
…se hizo de viento
Era el mismísimo aire reclamando
su estación
¿su nombre?
qué importa ahora,
sí vivo por vivirle
se el color de sus ojos
y por dónde camina…