El mundo parece más triste cada día,
A lo lejos se vislumbra una estrella,
Y se parece tanto a la luz de tu mirada,
Justo ahora que preciso tu hermosa sonrisa,
A lo lejos podrás escuchar un Dragón,
Gritando tú nombre princesa,
Quizás algún día me escuches y sueñes corazón,
Que descubres en mis ojos que después de ti no hay belleza.
No tuviste que morder una manzana,
Para ser la protagonista de un cuento,
Ni escribirte en los planos de un cometa,
Para que en tus brazos descubriera mi milagro,
Hoy puedo decirte con la sinceridad de un niño,
Que tú eres para mí esa luna,
A la que cantan por las noches los lobos,
Y otras veces simplemente baja y se esconde en mi alma.
Si supieras que cada mañana veo tu foto,
Y me abrazo a tu recuerdo,
Con la fuerzas del que lo ha perdido todo,
O del que aun hoy encuentra en ti una razón,
Para mí siempre serás la primera mujer,
Dándole sentido al último Dragón,
Es cierto afuera está lloviendo y las calles ya no tienen sed,
Pero adentro hay una gran soledad aquí en el corazón.