Aquí mismo, hace tiempo
prometiste volver
en un día de otoño
al amanecer.
Sentada en la ventana
veo las hojas caer
y a las ramas desnudas
el viento sin pausa
mecer y mecer.
Entrecierro los ojos
para así tu imágen ver,
antes que caiga la noche
y el espejismo romper.
Muchos inviernos pasaron
tratando de comprender,
por qué no logras
a nuestra casa volver?
La juventud se aleja;
y a mi cuerpo cansado
lo veo, en el viejo espejo
día a día envejecer,
sentada en la ventana
al amanecer
espero, en silencio y sola,
que si tú no vuelves
la muerte piadosa
me pase a recoger.