Bendigo el día, que en la red, sin pensar nos conocimos,
imaginándote al otro lado. Allí, es donde estás tú.
Vi en tu mirada tanta energía, y pensé: "Que ímpetu"
y en tus pechos adivine las mieles de dos racimos.
Amada mía, me enamoré de ti tan de prisa,
tus ojos me acariciaban como acarician los vientos
y tu cuerpo cual imán me robó los pensamientos
Y yo me prendo de tu boca, de tus labios, de tu risa.
Y este amor que creció así cual crecen los días,
en mi nueva primavera ya crecen miles de flores,
mi corazón salta y goza las mieles de tus amores,
fui más feliz que los niños al saber que me querías.
Ya sé que tú eres casada y no tengo opción ninguna,
y sueño con tus caricias, con ese cuerpazo de diosa
y las sedas de tus dedos son como una suave rosa,
salgo de noche a la calle, por ti pregunto a la luna.
Grito tu nombre en la noche y hasta me dan calenturas,
este amor es un volcán que me atrapa con su fuego,
mi amor con tu amor al unirse palpitan de placer ciego
y miro embobado tu boca al hacer tantas locuras.
Autor Joaquín Méndez.
25/01/2013 23:07:29
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