Un poco atrasada.
Amiga:
Amiga del alma de los ancianos días, en los que solíamos solazarnos, tú en mi amistad y yo, en la tuya. Y luego la partida, tu partida, que dejo mi sensibilidad suspendida en el quebranto y a flor de sentimiento. Y una lágrima suspendida en los silencios que la noche parió sin tu presencia.
Lo sé, el desasosiego, el dolor, la incertidumbre te dieron acertados golpes y te tambalearon y te empujaron a otros rumbos , pero nunca te doblegaron porque eres de una personalidad indomable y de coraza tienes la fuerza de voluntad que a veces –digo – muchas veces a mí me falta.
Pero desde tu lejanía siempre encontramos modos de estar cerca, de apoyarnos en la soledad nocturna, en esta amistad que nunca ha dejado espacios vacíos.
Mayra, querida amiga, la inolvidable, la de imagen impecable la compañera. Mayra. tú y todo el mundo que tu representas fue mi refugio en otroras horas de angustia y hoy, es un refugio en horas de añoranza.
Te debía estas letras, cargadas de sentimiento, como gajos de uvas agridulces, pero dulces y embriagantes, como rosas que buscan en ti la esencia pero sin brindarte espinas. Mayra, recíbelas como un sencillo regalo por tu cumpleaños.