Tú, sabes que me gustas
y notas que me agradas.
Me enamoraron ¡tus tiernas palabras!
Te amaré hasta la muerte,
te amo sin medida,
de día y de noche,
pero ya decídete vida mía.
Princesa hermosa,
no soy un príncipe azul
ni tampoco morado,
más de tus ojos me he enamorado.
Anda decídete que estoy loco
sí no te tengo a mi lado.