El oficio del poeta
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar incomodando.
El poeta es la epopeya intelectual
Del mundo en tenaz desgracia
Analiza su andar contractual
Dándole tono de infalible gracia
Gracia supeditada por amor
Ante su semblante herido
Por el anuente clamor
Del vestigio del orbe siseo y aterido
Siseo esperanzador de vidas
De corazones sin esperanzas
Carcomidas por las idas
De seres con vil pujanzas
Pujanzas viles de recuerdo
Del sosiego supeditado al alma
Del que desea un anhelo cuerdo
En la mirada triste de la calma
Triste escribe el poeta
Por el ceño del deseo
De ver paz en el cometa
Del niño que muere por el bombardeo
Bombardeo de viles malezas
Hambre, tristezas y llantos
Que se aplacan por los cantos
De nuestra musa en borrascas
Tu musa poeta, debería de ser el canto
Del mendigo, del inculto, avasallado
Por el burgués como un puerco manto
Que sirve de pedestal al infierno sagrado
Tu oficio poeta no es recitar versos amorosos
Que pongan en relieve la necesidad de amar
A mujeres si alma, sin amar en los deseos
De la realidad social que te llama a clamar
Por el anciano olvidado, en los ministerios
Y por los bebes que mueren sin mamar
Tu oficio poeta, es sentir el lamento
De tu pueblo, de tu mundo
Y en todo momento
Estar al lado del moribundo
Se poeta un compilador social
Se poeta un pensador facial
Del viento como ángel clerical
Y del pobre como persona celestial
Tu oficio poeta, lo tienes en deuda… que harás para saldarlo?