La gata Marcelina
En casa tengo una gata siamesa,
no sé por qué, Marcelina se llama,
su desayuno muy pronto reclama
para que se lo sirvan en la mesa.
Vive mi gata como una marquesa,
por atenciones que le presta el ama,
cuando me ve orgullosa me reclama
el consabido trato de princesa.
Qué bien la casa cuida Marcelina;
qué agilidad resolviendo cuestiones
con el gato que tiene la vecina
al cortejarla con serias razones:
- Déjame en paz, -airosa recrimina,
- recrea te buscando los ratones.
Poemas de Camilo*
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