A pesar de todo el pensamiento, toda la ciencia
tenemos más sospechas que certezas
(Ivanároz)
Sucede que un día me sumergí:
en las grandes obras de Dostoevsky
en armónica relación de filosofía Griega
en afanosa búsqueda del hombre nuevo con Nietzsche
a navegar en mágico yo de Hesse y Jung
la relación de uno con el universo con Sábato
el retorno al yo inocente y la pacifica anarquía de Borgés
en paisaje y utopías con Whitman y Neruda
en historias, donde aprendía a ser tierra y poesía, en escritores de mi patria
Sucede que escudriñe:
en secretismo numeral de Pitágoras
en los enigmas naturales del Kybalión de Trismegisto
en fórmulas de arcanos alquimistas
en oscuros laberintos piramidales
en enseñanzas de Profetas y Mesías
en mi profundo ser
en dogmas salvadores
en distantes constelaciones
Sucede que que un día me perdí:
en el abrazo urgente de mi amada
en su mirada llena de pasión
en el mutuo afecto duradero
en la palabra ternura
en crepitar de la lluvia
en una nube viajera
Y sucedió un día:
que bajo a un gigantesco árbol milenario
encontré una pequeña semilla y,
comprendí maravillado que en ella estaba escrita
la gran historia de la vida, y donde,
la magia y misterios del universos se contenían
Si lees, déjame tu huella yo te retribuyo, en esa formamos una cadena, gracias