I
Ya no es la noche cuna, amor joven
una verdad que existe,
y ya no es la noche verso del tiempo
que rompe los ciclos de la rutina,
a cuestas sobre su pecho dejándoles
mamar de sus secretos,
su pasado lejano.
Ya es la noche independiente, autárquica,
imprecisa, sin senda,
ya no es la noche misma
revolución sentimental, pasión.
II
Tú bésame los labios
que la noche se aproxima, nosotros
somos crimen de amor,
ya ni entre las sombras podemos serlo.
La noche oscura fue,
revestida de silencio, abismo,
condensado de espíritus sutiles,
perseguidores nuestros.
Tú bésame los labios,
que la noche se aproxima, la culpa
en los dos ha caído,
amores carnales y tan impuros,
como único testigo las estrellas.
III
Hay querida mía, mi sola amante,
sola dueña de mí,
la luna, las estrellas, el gran cielo,
esta noche era mía.
Mas me hiciste la noche y me hice tuyo,
con la fuerza del sexo
domé a la bestia que a las sombras traigo,
la posé sólo en ti.
Hay querida mía, mi sola amante,
percatarme no pude:
esta noche era mía,
la luna, las estrellas, el gran cielo,
y entera la sumiste en tu penumbra.