Nunca he visto un misil,
aún así le voy a escribir;
es que la paz es tan serena
que siempre soñamos que sea eterna.
La paz, no tiene precio,
y eso no lo saben los necios.
parece que la guerra los alimenta
y son otros los que se indigestan…
Gente sin escrúpulos ni razón
que sólo los mueve el afán de destrucción;
no se si disfrutan el ver morir,
mirando los desastres de un misil.
A veces hasta pienso, sinceramente
que hemos sido salvajes, siempre;
y no aprendemos a valorar la paz
y para vivir con ella no son capaces.
Muchos no tienen esas aptitudes
y por eso a la guerra recurren
como una única salida,
aguantando la respiración y tragando saliva…
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