VOZDETRUENO

Esas manos y esos labios

Las manos, ávidas de ti

se fueron deslizando, 

desvistiendo tu sentir,

tu gemías de placer

y yo en la distancia

gemía también, pero en dolor,

porque esas manos no eran mías.

 

Y aquellos labios que secuestraban

tus más íntimos anhelos,

me robaban el derecho

de darte, encendidos de amor,

besos cual ningunos,

que hicieran suspirar tu pecho.

Y se me volvieron besos vagabundos.

 

D.R. Vozdetrueno