Madre adorada, dulce bien y encanto
de mi pasión vehemente optimismada;
ternura candor de mi amor, en tanto
que eres todo mi ser, perla enjoyada.
Yo elocuente a ti madre quisiera ser,
para halagarte con tiernas palabras;
decir cuanto siento cándida mujer
e interpretar lo hermoso en tus miradas.
Niño fuera y estar entre tus brazos
nuevamente sería mi gran ilusión;
sentir en tus arrullos, esos lasos
que nos unen y forman un corazón.
Mas qué importan los años transcurridos,
si el hijo es hijo, la madre siempre es madre;
el amor materno y filial unidos,
son llave virtuosa que el cielo abre.
Pedro_Patricio