"Debo admitir aunque me duela/ que a pesar de lo mucho que aprendí,/ nunca encontré una escuela/ que me enseñara a vivir sin ti"
Dicen que sin serlo soy experto pintor,
que sin saber de música le canto al amor
y que ante ti, hermosos paisajes dibujo.
Que he aprendido con el pasar de los días,
a pesar de no creer ni practicar brujerías,
a no vivir sin ser cautivo de tu embrujo.
Dicen también que todo lo pinto muy mal,
que oírme cantar es como tortura infernal
y que mis paisajes mueren con frío y sed.
Que parezco brujo pero es sólo apariencia,
que ante ti mi brujería es la indiferencia
y hablas conmigo como hablar con la pared.
Dicen que el mejor poema te lo he escrito
y que ha sido tu nombre numen bendito
para adornar hoy cada uno de mis versos.
Que aunque te ame lento, muy despacio,
puedo ir a gran velocidad por el espacio
creando para ti muchos cielos y universos.
Pero dicen también que mi poema es feo,
que no inspiras, no provocas en mí deseo
y que por eso en mis versos estás ausente.
Que rápido o despacio desde que te conocí,
lo único en mis vuelos que para ti construí
fue un infierno total digno de un demente.
Dicen que estás muy feliz con las flores
que en honor a lo mejor de nuestros amores
te regalé para que lo nuestro no tuviera fin.
Que marchitas nunca las llegarás a ver,
porque Dios ordena que empiece a llover
para que jamás se entristezca tu jardín.
Pero igual dicen que esas flores murieron
por culpa de unos amores que no lo fueron
y por eso el final tendría que llegar pronto.
Que marchitas en alguna parte ellas están,
que a Dios no le importa si acaso vivirán
pues para ocuparse de eso Dios no es tonto.
Tú y yo amando más allá del bien y el mal,
sabemos que la gente de esto hablará igual,
caminemos ya sin importar que nos sigan...
Las habladurías siempre alrededor vagan,
amémonos y que no nos afecte lo que hagan
y nunca dejemos de soñar por lo que digan.