Antes de que existieras y de las sombras
eras parte del helio y de la nada...
girabas tan centrifuga en mi forma/
tu aire en otro aire acrecentaba.
Eras... mi voluntad y mi secreto,
mi articulación, mi esencia rara,
habitantes del aire que en un cuerpo
se hacia bipartito... dos fragancias.
Perfume de una flor...
gardenia eras,
azucena, orquídea , rosa alada/
que se impregnaba en todo,
en el sendero
y al respirar profundo...
ahí estabas.
Yo... descendí hasta las formas,
mezcle mi viento,
con un viento de polvo,
de tierra amada....
y así crecí inclinado
a esta otra vida
cual me ofrecía un cuerpo
en otro estado.
Del centro de mi alma
una flor nacía,
un aire mas ligero
la eclosionaba...
eras tú...
esa otra esencia/
mas refinada,
conjunto de mis sueños
y mis ansias.
El mundo se hizo nuestro,
mas podía verte,
hendiendo en tu materia
la esperanza,
átomos acoplados por la belleza,
carne tu... de mi carne,
transformada.
Después de tu llegada
y ese desprendimiento,
me palpo y siento en mi
que algo me pasa,
es que me falta aliento,
estoy tan incompleto
que ahora camino errante
y agarro nada.
Esa es la soledad quien no tenia,
y ahora que te has ido me acompaña...
ella podrá recrearte en pensamientos,
hacer de ti una luz en noche extraña,
dibujarte en espejos y en cada luna,
traerte hasta mi estancia como otra alma...
Pero nunca reemplazara tu hermosura,
tu esencia de mujer ni tu mirada,
ese sabor a mi /que hay en tu boca,
ese uno /que fuimos en fragancia.
Sólo la ley del tiempo y la materia
nos dictaran sentencia en esta casa...
pero yo sé que un día seré cielo,
y tu pequeña nube bebiendo el alba...
y el sol me ayudara hasta absorberte
y así seremos uno,
tan solo un alma.