El- Y… ¿Amas a tu novio?… ¿Le amas de vedad?...
Mira que pensé encontrarte sola todavía…
Ella- Ahora recién me está creciendo amor por él…
ya me toca hacer mi vida, pero nada está dicho.
El- suena razonable, pero de cualquier modo entenderé...
Ella- Si Dios quiere unirnos ni tu ni yo lo impediremos créeme.
…
Perfecto, yo lo entiendo bien
¡Cómo duele haberte perdido!
Dios así lo ha querido,
sé que te duele también.
Es bendición del Edén
y si Dios a él te ha unido,
pues vé, vé con tu marido,
y a mi dame tu desdén.
Tengo un sabor en la boca
que es amargo como hiel
la soledad me convoca
a transformarme de roca
a un arrugado papel
empezar de cero toca.
..…………“Aunque mis labios no pronuncien un…
……..……………………..………. ¡te amo!..............
..Mi corazón lo repetirá cuantas veces yo respire”