La primavera, es la estación más tierna
vives la vida cantando, bailando,
escribiendo poemas y soñando
convencida, que la vida es eterna.
El verano, es la etapa más ardiente
en la cual los besos de fuego abundan
donde flor y semillas se fecundan
donde el calor en el cuerpo se siente.
En otoño, transcurre el tiempo amando
mil sensaciones en la piel, gozando,
adorando a la Luna, sí... llorando.
Por último, frío, cruel... el invierno.
Pasan las horas, tratando ser cuerdo,
pasan las horas, buscando un Dios tierno.