marco augusto

Un pacto con el tiempo

 

Un pacto con el tiempo

 

Intenté hacer un convenio con el tiempo, le pedí me devolviera las primaveras derrochadas en inútiles jergas, en placeres de un momento, que si podía retroceder la edad, me regalará unos años nuevos, para vivir amándola tanto como ahora la pienso.

 

Le expliqué llorando, que voy como un barco errando, sin tripulación, ni itinerario, que de tanto descanso me siento descalzo, ebrio de tanta soledad y sumido en un invierno seco, que no me permite sino pensar, que necesito regresar el tiempo, para sentirme despierto en los brazos de la vida, porque la vida era ella.

 

Las horas que hoy me sobran,  las quise cambiar para revivir momentos ya vividos, para sentirme entre las espumas blancas de la vida, para poder flotar de nuevo por el azul del cielo, cuando en sus pardas pupilas me miraba.

 

Veo como las horas juegan conmigo, en un juego de a ver qué haces mientras yo continuo con mi tic tac y tú con tu soledad soñando con un pasado que no volverá.

 

Me agobia los segundos que me sobran, me hastié de los cigarrillos, de ver la televisión, de tomarme un café sin azúcar porque me hace daño, de escuchar las noticias, esas que ocurren allá afuera, para algunos que tienen tiempo y lo pierden sin darse cuenta, mientras yo suplico, me devuelva al pasado, para vivirlos de nuevo y dejar este soledad llena de angustia, por no poder vivir al lado de  ella.