Abre una puerta hacia el dolor y vienes a mí buscando protección; sabes que mis brazos te cuidarán.
Eres la lágrima de una joya perdida en la belleza de su tesoro. Yo te calmaré las tormentas cuando tu aliento haya disipado la calma.
“Cuando estés sola puedes acudir a mí.
Cuando sientas que el Gran Señor te dio la espalda puedes venir a mí.
Puedes saber que contaré una a una las estrellas por ti, porque eres mi gran amiga.”
Abre una ventana hacia la alegría, tienta la felicidad para abrazarte; sabes que mi sonrisa estará para contagiarte.
Eres un alma dorada vagando en este mundo para curar las heridas de los caídos; entonces estaré ahí para ayudarte.
“Cuando la fe llegue a ti y te sonría.
Cuando los vientos soplen a tu favor, no habrá nada que te detenga.
Puedes saber que te daré el firmamento para que sigas soñando, porque eres mi gran amiga.”
Tú tienes un paraíso dentro tuyo que pocos saben ver; como la primavera ama a las flores sabes querer.
“Cuando te sientas sola yo contaré todas las estrellas y te las regalaré.”
Tienes un paraíso en ti que ilumina a los demás, eres la luz que envuelve a la oscuridad.
“Cuando seas feliz te alentaré para que continúes”
Tienes un paraíso dentro de ti, nunca caigas, nunca cambies.
Hay sol hoy, estás mirando al mundo.
Hay vida, estás abrazando los latidos de todos los corazones.
Hay un cielo, tú nos estás protegiendo.
Eres la sonrisa de un diamante en su radiante belleza.
“Cuando estés sola puedes acudir a mí.
Cuando la fe llegue a ti y te sonría.
Cuando sientas que el Gran Señor te dio la espalda puedes venir a mí.
Puedes saber que te daré el firmamento para que sigas soñando, porque eres mi gran amiga…
Tienes un paraíso en ti, oh! Sí lo tienes; así como la primavera ama a las flores, tienes un paraíso dentro tuyo.”