El tiempo pasa y la gente cambia
yo ya no soy el mismo de antes
ese con quien vivías en la magia
el que en tu alma era importante.
He tenido tantas subidas y bajadas
tantos éxitos pero más fracasos
poco abrigo y demasiadas heladas
que de quien era hay poco rastro.
Pero todavía guardo en mi interior
en lo más puro y seguro del alma
cenizas del joven que te enamoró
quien espera rencender la llama.
Volver a ser dueño de tu corazón
para el que hoy soy es una utopía
por eso debo por el bien de los dos
ser el que era cuando me querías.