A la luz de las velas...
¡Se ha ido la corriente, todo queda apagado!
Algo te hace saltar de modo repentino,
rebuscas el mechero como un ágil felino,
vas hacia la alacena, tanteas cada lado….
…A la luz de las velas las ropas te he quitado,
andando por tu cuerpo como por un camino
con múltiples senderos a un único destino,
donde siempre me encauzo, sediento y alentado.
Sólo la luna alumbra los lúgubres paisajes…
Enclavo mi mirada en tu dulce mirada,
se avivan las caricias, se elevan nuestros besos.
Fundidos en la cama somos lobos salvajes,
tensamos cada músculo, la feroz dentellada,
devoramos la carne hasta dejar los huesos.