Se ha ido el amigo de la urgente marcha
del valor cumplido en su conciencia amplia.
Tu alma ha volado donde los héroes manan
el aliento truncado de la noche infausta.
Y vivirán tus calles los sueños del mañana
los hijos que veías en esa muchachada;
tus chicos de la cuadra llorando hoy tu nostalgia.
¿Se ha ido el Amigo?... ¿El de la mano franca?
¿El del consejo propio y la palabra clara?
¡Al que siempre supieron escuchar en silencio
su reflexión justa, precisa y ordenada!
La orfandad de tus pasos pesaría en la esquina
de invariable espera en tu vuelta obligada.
¡Pues no se ha ido el Amigo! Seguirás entre ellos
para entibiar las noches de veredas heladas.
Tal vez los encuentres y sean otras esquinas
tu mano en la sien, templando reverencia
responderá al saludo de nuestras venias dadas.
M.G.T.