Vendo:
Un corazón des-enamorado,
unos ojos que no se cansan
de mirarte,
el arte de respirar tu alma,
(sin tu cuerpo).
Vendo el mejor recuerdo
del ayer.
Vendo un almacen de besos,
“que quizas, (tal vez),
en un preteríto plusquanperfecto
pudieron ser”.
Vendo palabras negras
sobre fondo blanco.
Vendo un as que escondí
en la manga de mi amargura.
Vendo el pen-último recuerdo
que me separa de la locura.
LO VENDO TODO.
Menos tus piernas, (eternas),
bajando por la escalera,
y tu sonrisa,
(perpetua y sin prisa),
que una mañana miré
y admiré.
MIGUEL PANDUJAR