Te he visto revolviendo basuras
En los contenedores
Buscando el desayuno
Empujando carros cargados de cartones
Y de todas aquellas cosas
Que mi perentoria necesidad´
Ha descartado…
No llores.
Tendrás que acostumbrarte
Al trabajo que explota
Y envejece sin más,
Porque esa triste condición
De miseria te la impuso la vida
Como inapelable sentencia.
Cuestiones de destino.
Al lado de tu carro se desliza
El Mercedes
Tan silenciosamente…
Que el ruido de sus gomas
Se te incrusta profundo en las entrañas.
Es el dueño del basural…
Tal vez por eso
Deja tras de su huella esa estela
Ennegrecida, tan sucia.
El destino y la crisis..
No te preguntó nada
Y sin clemencia
Y por si fuera poco
Te empujó de la cama
Y te mandó a la calle a patear adoquines
En plena madrugada
Y te arrancó de cuajo los juguetes,
Los libros y la fotografía con la maestra.
Yo desde mi calle
Te veo cada día..
Después, solo basura.
Veronica