Te veo llegar...
y mi corazón se alborota...
La garganta se angosta,
el aire parece terminar...
Te miro a los ojos
y eclipsado me siento,
detengo mi aliento,
muerto de amor por vos...
Y cuando posas en mi hombro
la rutina se termina,
la calma se aglutina,
en ese instante de los dos...
Nada se parece a lo vivido,
construimos un nuevo nido,
más parecido
al que soñamos tu y yo...
¿Que decir del amor,
que ya no se haya dicho?...
Solo que por este capricho...
soy feliz!...encontré la flor!...