La luna le ha entregado su corazón al viento
suspira a grandes bocanadas en su vaivén cuando la toca,
y en el mar aplaude la gaviota ese mágico romance
uniéndose en el campo el ruiseñor y el cenzontle
cobijados de ilusión contemplando una esperanza
de envolverse en sus caricias uniéndose para siempre.
Y en el hueco de la acacia la cigarra los contempla
vistiéndolos de heno y lino enamorada de la aurora
confesándole a la luna los deslices de su amado
secreto que corre a voces en el campo y el verde prado.
Viento traicionero que acaricia las espigas
y todo lo que a su paso toca
no merece el brillo ni la confianza de la luna,
viento traicionero le rompiste el corazón,
es infiel por que a su paso acaricia a las deidades
arrastrando la desdicha de quién lo ama con fervor.
Es un viento un Don Juan enamorado
¡miente cuándo declara a la luna sus amores,
miente cuando jura que la luna es todo para él
mientes carcelero de corazones cautivos!
Traicionaste la confianza mancillando un gran amor
ya la luna no da brillo, ni el cenzontle su canción
y de luto la cigarra se ha vestido de arrebol
no hay dolor más tormentoso que el puñal de la traición
cuándo se ama con locura y se ha entregado el corazón.
Autoría: Ma Gloria Carreón Zapata
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