rodulfogonzalez

EPITAFIO

 

 Con tu menuda y bien trazada letra, amada,

deberás escribir en la lápida que colocarás

en mi humilde tumba de olvidado 

de la fortuna material

el siguiente

EPITAFIO:

 

  -Aquí yace mi amado,

el marabalero que quiso ser poeta, radiotécnico y doctor;

el que amó a Platero, el frágil y cariñoso confidente

 de Juan Ramón Jiménez;

a Chico Carlo, el amigo de la infancia de Juana de Ibarbourou

 al Principito que encontró Antoine de Saint Exupery en el desierto y luego idealizó;

a Selma, la eterna amante de “Alas  rotas”, de Gibran Khalil Gibran,

 y a la poesía mirífica de Gabriela Mistral;

el que admiró a Salvador Allende

y sintió repulsa por el sátrapa Augusto Pinochet;

el que galopó en los caballos de mar del poeta

Francisco Lárez Granado

 y el que siempre hizo lo que no programó.